martes, 17 de septiembre de 2013

MEDIA VIDA JUNTAS


       ¡Me parece increíble!, ¡Cómo pasa el tiempo!, no me creo que ya hayan pasado tantos años desde que escuché tu nombre por primera vez, en concreto 17 años y lo recuerdo como si fuera ayer. Aquel 13 de septiembre de 1996 por la tarde empecé a sentirte. Al principio durante las primeras horas, aunque me extrañó tu presencia, no le di mucha importancia pero conforme fue avanzando la noche recuerdo que me impacienté un poco. Estuviste como anónima durante unos meses hasta que después de numerosas pruebas médicas se reveló tu nombre: “Esclerosis Múltiple”.

         A fecha de hoy no creas que logro acostumbrarme a tu compañía y a que estés presente y formes parte de mi vida, muchos días me es muy difícil llevarlo bien, sobre todo cuando tengo que llenar mi cuerpo de agujeritos día si y día no, para intentar que no me des mucho la lata y para que no tengamos que estar muy unidas durante meses, porque: “¡hija mía, cuando te pones pesaita no hay quién te aguante!”.

         Pero a pesar de todo, tengo que reconocer que en cierto modo te tengo que agradecer ciertas cosas que he aprendido a lo largo de todos estos años por estar a mi lado, como por ejemplo, a crecer y ser más fuerte espiritualmente, a valorar cada día que pasa, poner los pies en el suelo y poder caminar por mi misma, a no pensar en el mañana, sino en el presente y vivirlo lo más intensamente que pueda..., a quererme a mí misma y a luchar y pensar constantemente que soy mucho más fuerte que tú.

        Me considero amiga de mis amigos, no soporto la falsedad y la traición, por eso a pesar de tu larga compañía siempre estarás en segundo plano y no conseguirás vencerme jamás.


“La fuerza no viene de la capacidad corporal, sino de la voluntad del alma”.- Gandhi.

FIRME, A FLOTE Y LUCHADORA

     Es la imagen que casi siempre tienen de mí: "FIRME, A FLOTE Y LUCHADORA", pero tengo que deciros que la realidad es otra. Con...